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FILOSOFÍA

EL PODER DE LA ARQUITECTURA

 

La arquitectura contemporánea puede entenderse como toda la que se realiza desde mitad del siglo XX a la actualidad. Es importante no confundir la arquitectura contemporánea con la arquitectura moderna. La segundo aparece después de la Primera Guerra Mundial, donde la economía, el rechazo al ornamento, pero sobre todo, la esperanza en la tecnología para una mejora en la vida de las personas, y la casa como una “máquina para vivir”, -como buscaba Le Corbusier- fueron la base de la arquitectura hasta entrados los años 60´s, mientras que la arquitectura contemporáneas aparece como una gran cantidad de posiciones variadas que se contraponen unas a otras; Posmodernismo, Deconstructivismo, Super modernismo, Minimalismo, entre otros. 

 

La principal crítica a la arquitectura contemporánea es que se ha vuelto irrelevante, es decir, los arquitectos tendemos a tratar asuntos que solo interesan a otros arquitectos, y no nos comprometemos con cuestiones importantes que incumben a la sociedad. El mundo académico no ha logrado preparar profesionales que actúen adecuadamente en la realidad actual, siendo relegados de estos temas por tener una formación ajena y dejando estos temas a otras profesiones, un ejemplo de esto es el problema de vivienda de interés social que tiene toda Latinoamérica. 

 

Lo que los arquitectos y diseñadores urbanos les hace falta es aprender a trabajar bajo restricciones de tiempo, de presupuesto, de espacio y de agenda política. Entendemos estas mismas restricciones como asuntos que no nos permiten desarrollar nuestras capacidades creativas. Cuando sucede realmente lo opuesto. Las restricciones son oportunidadades que enriquecen el resultado del proceso, que son los edificios.

 

Los arquitectos decidimos que la arquitectura, al ser una rama de las bellas artes, debe partir desde el genio y la libertad artística. Desde este punto, el precio que se decidió pagar para poder disfrutar de esta libertad fué la irrelevancia. La voz de los arquitectos ya no es requerida, no solo a lo relativo a la construcción de las ciudades, sino que tampoco a temas relevantes relativas al desarrollo, la pobreza o el crecimiento económico. Al parecer, este punto de inflexión se dio entre los 1960´s y los 1970´s con el posmodernismo, donde la forma reinaba sobre la función y la libertad estética dominaba sobre la lógica.

 

Cuando los arquitectos que prefirieron la libertad artística, se dieron cuenta de que estaba fuera de los temas importantes de la sociedad, decidieron cambiaron la relevancia por el impacto. Lo que han pretendido durante este tiempo muchas de las estrellas de la arquitectura al día de hoy, es impactar, aún más en un mundo donde predominan la imagen y redes sociales, esto sucede como una cortina de humo para disfrazar que lo que realmente producen, es irrelevante.

 

El desafío para la profesión ya no es hacer objetos; es poder trabajar, y hacer preguntas de manera trasversal, donde no solo está incluida la arquitectura, sino otras profesiones, y que tiene que ver con marginación, seguridad y desarrollo, preguntas que nos saquen de las discusiones con nuestro propio gremio y que se involucren con gobierno, economía, finanzas, ciencias sociales… con las fuerzas que pueden realmente transformar, por medio de la arquitectura y el urbanismo la vida de las personas.

 

La arquitectura en el siglo XXI ya no puede está basada en la idea de tener edificios aislados que estén en las ciudades, deben de ser herramientas que ayuden a las comunidades en las que existan. Tienen que tejer relaciones urbanas y arquitectónicas que produzcan impacto positivo en las sociedades donde suceden, esto puede ayudar a mejora la economía y las relaciones sociales y la ecología por medio de las inyecciones de capital que suceden a distintas escalas de la contrucción. Por eso la obra es clave en las economías, pues puede permear de manera trasversal los todos los sectores económicos que intervienen en ella, desde los sectores mal altos, hasta las microeconomías locales.

 

Un ejemplo de cómo un edificio puede impactar positivamente en el lugar donde sucede es Medellín. Como parte de los programas de infraestructura y de equipamiento de la ciudad en 2007, se hicieron una serie de Parques Biblioteca. La más lograda de estas en el Parque Biblioteca del Parque de España; localizada en una montaña y a los límites de 3 barrios sumamente conflictivos y con fuertes enfrentamientos de pandillas entre ellos . El espacio logró atraer a los jóvenes de la zona, fomentando que entre ellos se conocieran y disminuyendo considerablemente los niveles de violencia en la zona. Por cierto, en la descripción oficial del proyecto, solo se menciona la intención formal del edificio de parecer piedras, sin que el mismo arquitecto entienda la verdadera intención del proyecto, sin entender el poder que tiene la arquitectura como un atajo para romper de alguna manera la desigualdad social y lograr equidad en la ciudad.

 

De la misma forma que Louis Kahn, pensaba que un tabique quería ser más, en la actualidad, esos tabiques que querían ser un edificio ahora quieren hacer que ese edificio sea algo más, que se conviertan en mejores ciudades para cada uno de ellos habitantes que viven en ellas, que logren disminuir las brechas sociales, económicas y que hagan mejores lugares para vivir. Este es el poder que tiene la arquitectura.

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